Como ya os comenté en la entrada de las "sopas de burro cansado" me habían llamado de la Radio Galega para un concurso de recetas sencillas y resultonas, donde precisamente esa receta fue la ganadora de dicho concurso. Pues bien, la semana pasada, repetimos experiencia y en esta ocasión el ganador fue José Manuel de Santiago de Compostela, que propuso la receta que os presento hoy. Esta vez tampoco he sido totalmente fiel en las instrucciones de la elaboración, pero los cambios han sido mínimos. José Manuel propone acaramelar el molde, paso que yo me he saltado y nos da dos opciones a la hora de escoger la fruta de esta sobremesa, melocotón o piña. Me incliné por esta última, que recuerda en gran medida a una famosa tarta de piña que muchos de vosotros seguro conocéis. En su elaboración, José Manuel también propone utilizar gelatina de limón, pero yo decidí utilizar la gelatina del mismo sabor de la fruta escogida. Como no dijo el nombre de la receta, Cristina García, fantástica locutora conductora del programa, decidió llamarle "tarta sorpresa" de ahí el nombre.
Al igual que yo, vosotros también podéis realizar cambios a vuestro gusto.
Vayamos con la receta... Al igual que yo, vosotros también podéis realizar cambios a vuestro gusto.
Ingredientes:
- 1l de nata
- 2 sobres de gelatina de piña
- Rodajas de piña ( En almíbar o al natural)
Podemos utilizar un molde a nuestro gusto, redondo, cuadrado o como yo, uno tipo ensaladera. Lo forramos de papel film (si decidimos bañarlo en caramelo este paso nos lo saltamos) y colocamos las rodajas de piña de forma decorativa. Mientras tanto, ponemos la nata al fuego...
Cuando alcance el hervor, retiramos la nata del fuego y le añadimos los sobres de gelatina. Removemos bien para integrar...
Devolvemos la preparación al fuego y cuando de nuevo alcance el hervor, la retiramos y volcamos sobre las rodajas de piña.
Dejamos enfríar a temperatura ambiente antes de llevar al frigorífico hasta que esté completamente cuajado. (Podemos acelerar el proceso si lo introducimos 3 horas en el congelador). Desmoldar, decorar al gusto y servir.