Vaya éxito!!! Este fin de semana pasado, hemos tenido cena con invitados en casa. Hacía ya mucho tiempo que teníamos ganas de preparar una buena paella de mariscos, y por fin, este sábado, pudimos disfrutar de una buena comida y compañía. La paella, que voy a deciros, viviendo en Galicia, con los pescados y mariscos de los que disponemos, habría que ser muy torpe en la cocina para fastidiarla. Con un buen caldo o fumet de base y con ingredientes de primera, no hay paella que se resista, así que nos chupamos (literalmente) los dedos. La cena fue totalmente informal y dado que el primer plato era contundente, había que buscar un postre igualmente informal, que no resultara pesado y a poder ser, fresco, muy fresco, dado el calor de estos días. Creo que dí en el clavo!! Encantó a todos, tanto fue así, que se llevaron algún trozo para casa y yo este fin de semana ya tengo que volver a repetirla y la haré con unos melocotones en almíbar que están ocupando un precioso sitio en mi despensa. Y ahora que lo escribo, hasta puede que haga la panna cotta de chocolate... En serio os lo digo, hacerla porque os va a encantar. Es deliciosa, fresca y original. He puesto sandía, pero si sois más de melón, no os cortéis!! De lo que queráis, os vais a enamorar desde el primer bocado.
Para las bolas de sandía, he utilizado un aparato que utilizo mucho en verano, sobre todo con el melón y la sandía, para hacer brochetas para las ensaladas o decorar postres. Lo encontráis en cualquier ferretería y aunque no es algo imprescindible, no es un utensilio caro y las decoraciones quedan estupendas...
Como buena gallega e hija de mi madre, soy farturenta, así que por si acaso me quedaba corta, he hecho el doble de la receta que os indico y preparé también, unas cuantas tartaletas por si me apetecía servir el postre de forma individual...
Aprovecho para despedirme ya de vosotros (este año un poco más tarde). Durante el verano ya sabéis que la cocina de Kanela y Limón, cierra por vacaciones. Espero que sigáis todos ahí a la vuelta y como siempre, agradeceros a todos y a cada uno de los que habéis pasado por aquí, de forma pública o anónima, en forma de comentario, de correo electrónico, de mensajes privados, etc... Vuestras siempre palabras de apoyo, por los ánimos recibidos (sobre todo este último año que algunos sabéis que ha sido durillo) por estar aquí, conmigo, en cada una de mis recetas. Un abrazo fortísimo a la gente de Facebook, sois lo mejor!!! En definitiva, que os quiero mucho a todos, que ya sois parte de mí y parte fundamental de este humilde espacio que gracias a vosotros, es cada año un poquito mejor :)
Disfrutad del verano y nos vemos a la vuelta!!!!
Y ahora si,
Vayamos con la receta...
Ingredientes:
Para la masa de base:
- 250g de harina
- 100g de azúcar glas
- 80g de mantequilla blanda
- 1 huevo mediano
- Una pizca de sal
- 600ml de nata
- 200ml de leche
- 150g de azúcar
- El interior de una vaina de vainilla
- Una pizca de sal
- 8 hojas de gelatina
- Gelatina de sandía (Ver notas)
- Bolas de sandía
Comenzamos preparando la base, y para ello mezclamos todos los ingredientes o bien con las manos o con ayuda de un robot de cocina hasta formar grumos que uniremos (sin amasar) formando una bola de masa que estiraremos entre dos papeles de horno. Colocamos la masa en el molde o moldes previamente untados de mantequilla y lo guardamos así en la nevera para que la masa se endurezca.
Mientras tanto, preparamos la panna cotta y para ello lo primero que haremos, será hidratar las hojas de gelatina cubriéndolas durante 10 minutos de agua fría. El resto de los ingredientes los llevamos al fuego hasta alcanzar la ebullición y en ese momento, incorporamos la gelatina (que ya estará hidratada), escurriéndola bien y la mezclamos hasta su completa disolución. Una vez la crema lista, la colamos para que nos quede más fina. Reservamos hasta enfriar.
Precalentamos el horno a 180ºC y horneamos la base, en la que habremos colocado un peso para que no suba durante la cocción. En 20/25 minutos estará lista o hasta que veamos que ya está dorada.
Una vez la panna cotta fría, pero antes de que cuaje, la volcamos sobre la base que tendremos también fría y llevamos a la nevera hasta que termine de hacerse por completo (Unas 2 o 3 horas)
Para la decoración, tan solo tendremos que poner una fina capa de gelatina y las bolas de sandía encima. Dejar en la nevera hasta el momento de servir.
Notas:
Para la masa de base, podéis utilizar harina de trigo normal o de repostería. Yo he utilizado harina de fuerza porque es la única que tengo en casa.
Indispensable que tamicéis el azúcar glas si no queréis encontraros pelotitas de azúcar repartidas por toda la masa.
Tenéis que aseguraros, una vez puesta la masa en el molde (Y antes de hornear), que no hay roturas ni fisuras en ella por las que después pueda escaparse la crema de la panna cotta. Si así fuera, colocad más masa a modo de "remiendo" para tapar las posibles grietas. Procurad no dejarla excesivamente fina para evitar que se rompa con facilidad.
Al guardar la masa en la nevera, evitaremos que se nos pueda deformar durante el horneado consiguiendo de este modo un mejor resultado.
Antes de colocar el peso en la masa de base para su horneado, tened la precaución de cubrirla con un papel de horno para que no estén en contacto directo .
La gelatina utilizada son 8 hojas de 2g cada una.
Como yo he hecho el doble de la receta, he necesitado para la decoración una sandía entera, no sé exactamente el peso, pero era una sandía pequeña. Con la mitad, tendréis suficiente para una tarta hecha en un molde rectangular como el de las imágenes que es de 20 x 28 cm y 4 cm de alto.
Al ir sacando bolas, la sandía soltaba jugo y ese jugo lo convertí en gelatina (Por aprovecharlo todo) Pero lo de la gelatina es totalmente opcional. Podéis colocar las bolas de sandía directamente sobre la tarta, pero con la gelatina lograremos unirlas y que no se nos "escapen" durante el corte. Para ello ponemos a calentar (en el microondas mismamente) 25ml de jugo de sandía y le añadimos 2 hojas de gelatina (hidratada y escurrida previamente) A continuación incorporamos 100ml más de jugo, removemos bien y colocamos una fina capa sobre la tarta y a continuación decoramos con las bolas.
Con el paso del tiempo, la masa de base se va ablandando pero os aseguro que está igualmente buena. De hecho hay quien prefiere esta textura más blanda a la crujiente inicial.
He utilizado sandía "fashion" os lo pongo porque no sé si habrá sido la suerte, pero me salió super roja y super sabrosa.
Y esto es todo. Disfrutadla!