El año pasado ya publiqué esta receta pero dadas las muestras de rosca que he tenido la oportunidad de probar y así comprobar que en vez de roscas parecían rocas, (Marita esto va por ti) no me ha quedado más remedio que realizarla de nuevo anotando todos los detalles y sobre todo pesando al milímetro todos los ingredientes para que de este modo, el resultado sea lo más parecido posible al que veréis en imágenes.
Donde yo vivo la Rosca de Pascua no puede faltar por Semana Santa. Todos los padrinos se la regalan a sus ahijados, aunque no está muy claro cuando tienen que dejar de hacerlo. Mi marido ha recibido su rosca hasta que se casó...
Ya os explicaba en el post del año pasado que la panadería del pueblo por estas fechas se dedica casi en exclusiva a prepararlas e incluso hay un día en el que no hay pan fresco dada la gran demanda de esta elaboración. La gran mayoría de las mujeres hacen acopio de los huevos de casa y de la mejor manteca para llevarlos a la panadería a preparar sus roscas y no es extraño ver a altas horas de la noche los coches aparcados delante del establecimiento esperando para llevarse su preciadas roscas a casa, puesto que estas, elaboradas con los mejores productos, nada tienen que ver con las que luego venden en panaderías y pastelerías.
Así que prestad atención porque en realidad no es nada complicada y podréis degustar una magnífica Rosca de Pascua cuyo simple olor, estoy segura, hará que disfrutéis elaborándola.
Ingredientes:
- 6 huevos de corral (325g)
- 160g de azúcar
- 80g de manteca de vaca derretida
- Ralladura de un limón (10g)
- Ralladura de una naranja (8g)
- Zumo de media naranja (40g)
- 25g de levadura fresca
- 20g de esencia de anís (2 cucharadas)
- 9g de sal
- 125g de leche
- 880g de harina de fuerza
Preparación:
Colocamos en un recipiente los huevos y el azúcar...
Añadimos la manteca, la ralladura de las frutas, el anís y el zumo...
Mezclamos todo ( y digo mezclar, no batir) Disolvemos la levadura en la leche tibia y volcamos todo en la cubeta de la panificadora...
Añadimos la harina y la sal. Seleccionamos el programa "masa para pasta" que dura 15 minutos y solo amasa...
Si es necesario al principio ayudamos a integrar la harina con una cuchara de madera. Una vez terminado el programa, lo ponemos de nuevo, es decir, amasaremos con nuestra panificadora durante 30 minutos...
Pasado el tiempo, volcamos la masa sobre un papel de horno (de esta forma evitaremos tener que añadir harina a la mesa de trabajo) y formamos una bola cogiendo la masa desde el exterior hacia el centro al mismo tiempo que la vamos girando...
Damos la vuelta a la masa, untamos un recipiente amplio con aceite y la colocamos dentro...
Tapamos con papel film y la dejamos levar hasta que aumente por lo menos el triple su volumen...
Dividimos la masa en dos partes y con una de ellas formamos una bola como he explicado anteriormente. Una vez formada, introducimos los dedos en el centro como se ve en la imagen y hacemos un agujero...
Lo vamos estirando hasta alcanzar el tamaño deseado...
La otra mitad de la masa la dividimos en tres partes iguales y formamos tres bollos. Estiramos cada uno de ellos haciéndolo girar desde el centro hasta el exterior con ambas manos hasta formar una tira...
Cuando tengamos las tres tiras formadas, unimos los extremos apretando bien para que se queden pegados...
Una vez pegados los metemos hacia dentro para que nos quede una bonita forma. Trenzamos...
Para que no se nos cierre al agujero central de nuestra rosca con el levado, le colocamos un molde circular untado de aceite, de este modo evitamos que se nos pegue y luego no nos rompa la rosca al quitarlo. Una vez que haya levado, la pintamos con huevo batido y le colocamos azúcar humedecido con una poca de agua encima...
Introducimos a horno precalentado a 180ºC durante 20 minutos.
Notas:
La cantidad de harina utiliza en esta receta como en casi todas las masas, es orientativa, pudiendo ser necesaria más o menos cantidad dependiendo de la temperatura y humedad ambiental, del tipo de harina empleado etc...
Os recomiendo que empecéis con 800g gramos y vayáis añadiendo más a medida que lo vaya necesitando. Yo lo hago de esta forma, coloco 800g de harina en la cubeta y amaso durante 15 minutos. Una vez terminado el programa compruebo la masa tocándola con los dedos. Si está demasiado pegajosa y la masa se me queda pegada añado 50g más y selecciono de nuevo el programa de amasado. Terminado el tiempo repito de nuevo esta operación y voy añadiendo harina según voy viendo, 20g, 30g etc...
De todos modos, recomiendo no pasaros de los 900g de harina y recordad que cuanta más harina le pongáis, menos esponjosa os quedará la rosca.
El tiempo de levado de esta masa es "casi eterno" He llegado a esperar más de 6 horas a que la masa levase lo suficiente así que podéis para aligerar este proceso hacer lo siguiente:
Preparáis la masa de noche y seguís todas las indicaciones tal cual os las he puesto. Una vez la masa en su recipiente y tapada con el papel film la introducís en la nevera y la dejáis ahí hasta la mañana siguiente. No os preocupar que leva lo mismo, solo tenéis que tener la precaución de sacarla y dejar que recupere de nuevo la temperatura ambiente (unos 40 minutos aprox.) Llegados a este punto, formáis vuestras roscas, las tapáis con un paño y las introducís en el horno que habréis precalentado a 30ºC y que estará apagado en el momento de introducir las roscas. Con este método reducimos el tiempo de forma considerable, unas dos horas más o menos. De todos modos y si no tenéis prisa, es mejor para la masa hacer el levado sin emplear este último método.
Una vez la masa ha hecho el primer levado, la pesé resultando un total de un kilo setecientos gramos de masa, así que hice la rosca de 800g y el resto lo dividí en tres partes para la trenza. Esto es solo una sugerencia, vosotros podéis hacerla del tamaño que más os guste.
Para formar las tiras de la trenza, os recomiendo que tengáis a mano una servilleta mojada en aceite y se la paséis de vez en cuando a la mesa de trabajo. De esta forma os resultará más sencillo estirar la masa.
Se que me preguntaréis por la manteca de vaca que fuera de Galicia es muy difícil de conseguir, la podéis sustituir por mantequilla de la mejor calidad que podáis aunque de todos modos será imposible igualar el sabor inconfundible que la manteca le otorga a la rosca.
Cuidado con la cantidad de leche, la receta dice 125g, no 125ml. Hay que pesarla en vez de medirla.
Por supuesto y para las que no tenéis panificadora podéis hacerla a mano, solo tenéis que colocar la harina sobre la mesa de trabajo en forma de volcán, con el resto de los ingredientes procedéis de la misma forma y los vais añadiendo poco a poco a medida que vais amasando hasta formar la masa. A partir de aquí todo es igual.
A mi me encanta el sabor del anís en este tipo de recetas pero para los más reticentes podéis disminuir la cantidad empleada a la mitad.
Y creo que con esto queda todo dicho así que me quedo a la espera de vuestros comentarios y si tenéis alguna duda, estaré encantada de responderos.